Abejas producen un poderoso compuesto anticaries
Dentistas del Centro de Medicina de la Universidad de Rochester, New York, en conjunto con científicos especialistas en biología y nutrición de la Universidad de Campinas, Brasil, descubrieron que un compuesto producido por las abejas brasileras para constuir, reparar y proteger sus panales podría ser un poderoso agente anticaries.
Se trata del propóleo, un elemento pegajoso que las abejas utilizan para darle consistencia a sus panales. Lo elaboran a partir de secreciones de árboles y otras plantas, las que son transportadas al panal, masticadas y devueltas, y luego mezcladas con la cera que ellas mismas también producen. En el panal, la substancia es usada para sellar hoyos y aberturas, mantener la limpieza, y hasta para embalsamar otros insectos muertos.
En pruebas de laboratorio la versión más potente de este compuesto, elaborado por las abejas del sur de Brasil, disminuyó la incidencia de caries en ratas en un 60%, y virtualmente puso fin a la actividad de una enzima (“GIF”) clave en la formación de la placa dental.
Basados en el hecho de que las ratas desarrollan caries de la misma forma que los humanos, y que algunas substancias que previenen caries en los humanos también lo hacen en los animales, los investigadores se declaran muy entusiasmados por el potencial evidenciado por este compuesto para prevenir caries en la gente. Ahora falta probar su acción en voluntarios humanos.
La relación entre algunos materiales componentes del panal y la salud dental fue inicialmente descubierta por el Dr. Michel Hyun Koo, graduado en Brasil y con estudios posteriores en bioquimica alimenticia. Para desarrollar sus investigaciones, en un comienzo Koo recorrió prácticamente todo Brasil recogiendo el material de los panales, lo que le valió muchas veces sufrir peligrosos ataques de las abejas.
Su persistencia lo llevó a investigar las propiedades de estas substancias, concentrándose en las potencialidades anticaries del propóleo mientras obtenía su título en ciencias de la nutrición y su doctorado en biología oral en Brasil. Posteriormente se trasladó al Centro de Biología Oral de la Universidad de Rochester para perfeccionar sus investigaciones sobre el tema.
Este verano (boreal) Koo fue distinguido por la International Association for Dental Research (IADR), entidad que le otorgó su Premio a la Investigación en Prevención (Research in Prevention Award), para investigaciones realizadas en Norteamérica. En 1998 Koo ya había recibido un galardón similar para investigaciones realizadas en Sudamérica. “El potencial de estos productos naturales es enorme”, dice Koo.
El uso del propóleo se remonta como mínimo al año 300 DC, y en la actualidad es utilizado en la fabricación de cosméticos, cremas, lociones, y hasta goma de mascar. Se le atribuyen propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes.
Pero no todos los propóleos son iguales. Su efectividad depende mucho del tipo de plantas y árboles presentes en la zona donde las abejas hacen su tarea. Koo analizó mas de 2.500 muestras sólamente en Brasil. Por lo tanto, la mera presencia de propóleo en un producto no lo hace necesariamentre efectivo.
Koo ha dedicado miles de horas de trabajo en su laboratorio en Rochester trabajando junto al Dr. William Bowen, tratando de identificar cuales de los mas de 100 componentes del propóleo son los poseedores de las propiedades anticaries. Hasta ahora han identificado dos, ambos provenientes del potente propóleo elaborado por las abejas del sur de Brasil.
Los investigadores están particularmente entusiasmados con la acción de uno de los compuestos que combaten las enzimas “GIF”. Estas son las que juegan un importante papel en la creación de placa dental, ya que crean un tipo de moléculas que construyen una bio-película que va cubriendo a la dentadura con una formidable estructura capaz de albergar a los distintos tipos de bacterias dañinas.
“Una vez que este compuesto de azúcares y bacterias se ha formado, facilita la incorporación de otros tipos de bacterias, y la placa se transforma en una verdadera fábrica de ácidos. Es como una esponja con ácidos que queda pegada a la superficie de sus dientes”, explica Bowen.
Poner fuera de combate a las enzimas que construyen el habitat de la placa bacteriana es clave para la salud oral. Segundos después de un buen cepillado de dientes, o incluso inmediatamente después de una limpieza hecha por un profesional, las enzimas “GIF” ya preparan un nuevo ataque comenzando de nuevo a construir la bio-película que albergará a nuevas bacterias. Ni siquiera el aproximadamente un litro de saliva que el organismo envía diariamente a la boca es suficiente para neutralizar la placa.
Koo y Bowen descubrieron que una de las substancias investigadas es el más eficiente inhibidor de enzimas “GIF” encontrado hasta ahora por la ciencia. Esta substancia logró bloquear hasta en un 95% la acción de las enzimas en pruebas realizadas en tubos de ensayo, y entre un 60% a 70% en pruebas realizadas en superficies similares a las de la estructura dental.
Además de Koo y Bowen, participan en el equipo de científicos la investigadora dental Anne Vacca Smith y la investigadora asociada Sylvia Pearson (Rochester), los investigadores dentales Pedro L. Rosalen y Jaime A. Cury (Universidad Estatal de Campinas, Brasil), y el especialista en nutrición Yong K. Park (también de la Universidad Estatal de Campinas).
El financiamiento para llevar a cabo estos trabajos provino de la National Institute of Dental and Cranio-Facial Research, de los EEUU, y del gobierno de Brasil.
Traducción y adaptación: Redacción OdontoRed
Fuente: University of Rochester Medical Center
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