Implantes Dentales, lo que hay que saber.
El implante es un tornillo realizado en titanio puro y que ha sido sometido a un tratamiento especial en su superficie para garantizar la óseointegración al hueso.
Se trata de una prótesis biocompatible, apta para ser implantada en el cuerpo humano y por lo tanto sometida a los más severos controles sanitarios desde su fabricación hasta la colocación al paciente.
Secuencia clínica básica de la colocación de un implante
El primer paso consiste en realizar un correcto diagnóstico con el profesional especializado. Elementos indispensables para el diagnostico son las Rx periapicales y panorámicas, para ello contamos con equipamiento RX para que en la primera consulta se elabore un plan de tratamiento a medida del paciente.
El segundo paso sería la colocación de el o los Implantes. En muchos casos se puede colocar el implante en el mismo momento de la extracción, dependiendo de cada caso y quedando dicha decisión a cargo del implantólogo.
El tercer paso consiste en realizar la parte protética luego de pasados 2 o 3 meses de la instalación del implante. Es necesario esperar para permitir la integración del implante al hueso. Hay diferentes tipos de Prótesis Fija que pueden realizarse y se planifican con el profesional previo a la colocación del implante.
Beneficios del implante dental
- Los implantes dentales permiten reemplazar la pieza dental de la misma manera que un diente natural.
- Los implantes dentales son una alternativa exitosa y cómoda a las prótesis acrílicas que se mueven, causan dolor e inseguridad al hablar o comer.
- El paciente puede volver a ingerir alimentos de forma cómoda y sin preocupación.
- Podrá sonreír y hablar con confianza lo que produce un aumento de su autoestima.
- Con una buena higiene y visitas periódicas a su odontólogo un implante dental puede durar toda la vida.
Colocación de Implante dental para un solo diente
Colocación de Implantes dentales para varios dientes
¿Qué es un implante dental?
Se trata de una pieza de alta precisión, diseñada para resistir fuerzas muy considerables, como las realizadas por los maxilares en el proceso de masticación y que debe reunir unas condiciones de mecanización perfectas en cuanto al ajuste con las piezas protésicas que deben colocarse sobre él, de manera que no exista ningún tipo de espacio e imperfección entre ellas.
Video sobre Implante en animación 3D – Fresado
Por todos estos motivos es importante trabajar con implantes de calidad reconocida.
Una pieza dental restaurada con un implante se compone de tres partes: el tornillo, el conector y la corona o funda.
Los comienzos de la implantología: El descubrimiento de la Oseointegración del titanio.
El desarrollo de la Implantología se inicia gracias a un descubrimiento surgido tras numerosos estudios experimentales y clínicos en el campo de la Biología, llevados a cabo por la Universidad de Göteborg, Suecia en los años 60 y en el Instituto para Biotecnología aplicada en Göteborg en los años 70.
Los implantes oseointegrados de titanio, utilizados en la actualidad por su fácil adaptación a la estructura ósea bucal, fueron descubiertos de forma accidental a partir de unos estudios realizados por el investigador sueco Per Ingvar Branemark en 1965, quién instaló unas microcámaras de titanio en huesos de conejo para testear la microcirculación de aquellas piezas óseas, pero cuando quiso retirarlas no pudo porque se habían incorporado completamente al hueso.
Esto fue el comienzo de una investigación más extensa, ya que podía ser una excelente manera de fijar estructuras en forma estable.
Desde ese momento se definió la Oseointegración como una conexión directa, estructural y funcional entre el hueso vivo y la superficie de un implante sometido a carga funcional, es decir a las cargas de la masticación.
La idea de aplicar este descubrimiento a la rehabilitación de los pacientes total o parcialmente desdentados, hace surgir en los años 60, la técnica hoy conocida como Implantología Dental.
La Implantología moderna es toda una revolución para la reconstrucción dentaria, ya que dejó atrás cirugías dolorosas, que finalmente no solucionaban completamente el problema del reemplazo de piezas dentarias faltantes.
En los comienzos solamente se recurría a la Implantología en casos extremos.
Sin embargo los favorables resultados clínicos y el perfeccionamiento de la técnica, unidos naturalmente al esfuerzo realizado por los laboratorios en el campo de la investigación, han ampliado las indicaciones de la Implantología hasta niveles en un principio insospechados.
Hoy en día podemos ofrecer a nuestros pacientes una técnica segura y altamente desarrollada que contribuye a mejorar la calidad de vida de forma muy notable.
Conjuntamente con la mejora funcional de los implantes los requerimientos estéticos han aumentado considerablemente, de forma que hoy podemos ofrecer una estética impecable.
El aspecto de la pieza rehabilitada es idéntico al resto de las piezas sanas, no siendo ya recomendable tallar las piezas vecinas para realizar un puente.
Existen diferentes tipos de implantes en el mercado.
En cuanto al material podemos distinguirlos en implantes de titanio de superficie lisa o de superficie rugosa, según el tipo de tratamiento de superficie que hayan recibido.
En un principio todos los implantes eran de tipo liso pero en la actualidad hay estudios que demuestran la mayor rapidez y calidad de oseointegración del implante de tipo rugoso.
En cuanto al mecanismo antirrotatorio se dividen básicamente en implantes de hexágono interno, de hexágono externo y de fricción. Siendo más común la utilización del hexágono externo porque nos brinda más posibilidades estéticas en la rehabilitación protésica.
En cuanto a su diseño hay implantes autorroscantes e implantes que no lo son. El diseño autorroscante ofrece una mayor exactitud y facilidad de colocación y reduce considerablemente la posibilidad de recalentamiento del hueso durante la cirugía. Estos implantes tienen un menor índice de fracasos según los estudios realizados.
En cuanto al tamaño existen diferentes diámetros y longitudes. El uso de cada una de ellas va a depender del tamaño de la pieza a reemplazar, ya que no es lo mismo un diente anterior a un molar, dado que estas piezas tendrán de soportar una fuerza mayor que los dientes anteriores.
Los implantes se fabrican en diferentes longitudes, siendo siempre deseable colocar el de mayor longitud según las posibilidades de la zona a restaurar, ya que esto nos garantiza el éxito del tratamiento a largo plazo.
Video sobre Implante en animación 3D – Fases finales
La importancia de la prótesis. Diferentes tipos de prótesis sobre implantes:
El proceso de instalación del implante consiste en colocar el tornillo de titanio anclado al hueso. El tiempo de espera para que los implantes de titanio se integren al hueso de los maxilares es variable. En la mandíbula en la zona anterior se demoraría alrededor de cuatro meses y en el maxilar superior, seis meses aproximadamente, tiempo que se ha ido reduciendo en la actualidad gracias a los avances en el tratamiento de superficie de los implantes.
Una vez lograda la oseointegración se procede a realizar la segunda etapa del tratamiento que consiste en la colocación de la corona o funda dentaria.
Con este proceso, en la actualidad se puede reemplazar la dentadura completa, algunas piezas o sólo una de ellas.
La gran ventaja de esta tecnología es que la eficiencia funcional y estética del diente sobre el implante de titanio es casi del cien por ciento con respecto a una pieza natural.
Pueden colocarse sobre los implantes varios tipos de prótesis según el material y la técnica protésica elegida.
Por lo general los pacientes suelen estar bastante informados de lo que son los implantes en lo que se refiere al aspecto quirúrgico, pero muy pocas personas saben las diferentes opciones que hay a la hora de elegir la prótesis.
En todo tratamiento de implantes la prótesis es fundamental, no solamente porque es lo que se verá una vez terminado el tratamiento, sino porque además de ella dependerá el grado de comodidad y funcionalidad y en definitiva la calidad final del tratamiento.
Así pues, es importante tener en cuenta que los tratamientos de implantes constan de dos fases: la cirugía y la prótesis.
Y aunque la cirugía resulte siempre más llamativa y preocupe más al paciente, desde el punto de vista profesional la fase protésica es igualmente compleja y requiere conocimientos técnicos precisos, habilidad y un buen sentido de la estética para poder llevarse a cabo con resultados plenamente satisfactorios.
En cuanto a los diferentes tipos de prótesis que pueden colocarse sobre implantes podemos establecer una primera clasificación entre las prótesis removibles (se ponen y se sacan) y las prótesis fijas. La prótesis removibles son las más sencillas y económicas, dado que están elaboradas en acrílico. La ventaja fundamental de este tipo de prótesis es económica, siendo un tratamiento que puede ofrecer una estética aceptable, si bien la comodidad y funcionalidad pueden no ser muy satisfactorias. Este tipo de tratamiento requiere un menor número de implantes para su realización y es desde luego un enorme avance en comodidad con respecto a la tradicional dentadura postiza de toda la vida. Las prótesis fijas se emplean tanto para rehabilitaciones completas (cuando se sustituyen todas las piezas del maxilar a la vez) como para puentes de varias piezas o para piezas unitarias. La prótesis fija va cementada o atornillada sobre el implante y por lo tanto solo puede retirarse por el profesional en las consultas de control, funcionalmente es el sustituto perfecto del diente natural y permite al paciente comer y hablar igual que si tuviese sus propias piezas. Las piezas cerámicas de calidad son de elaboración artesanal y absolutamente personalizada para cada paciente teniendo en cuenta su fisonomía y sus preferencias estéticas,motivo por el cual nunca hay dos coronas iguales. Ante cualquier duda puede llamarnos al 4961 8116 o enviándonos un email haciendo click aquí o completando el siguiente formulario:
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